no soy parte
de mi tiempo
no respondo
a la temporalidad
no
pertenezco a un movimiento
ni a un
grupo de artistas
no soporto
más el cinismo ni la ironía
no me
quieren unos ni otros porque no me porto bien
porque no me
hago parte
porque no
cumplo con los deberes del pertenecer
y entonces
con qué derecho anhelo su afecto, su comprensión?
acaso espero
que me acepten, me palmeen y comprendan
sin dejos de
desprecio, vanidad o soberbia?
es imposible,
ni yo misma puedo dejar de ser aquello que rechazo
no quiero ir
a fiestas
quiero
despertarme muy temprano y escuchar el silencio relleno de pájaros
no quiero
tomar alcohol, quiero tomar mate
no quiero
tomar merca, quiero tomar agua mineral natural (no fría)
no quiero
preocuparme por faltar a los eventos
no me gustan
sentirme paranoica en los eventos
no me gusta
meter la pata en público
no tengo
cultura general
vivo en un
mar vacío donde todo nace por primera vez a cada instante
me cuesta
aceptarlo, quisiera manejar nombres de artistas famosos, escritores, actores de
películas, fechas históricas importantes, etc., pero no
hace tiempo
lo acepté
me queda
trabajar el presente
soltar toda
esta carga de “no” al pedo
porque
tengo: un montón de plantas que sonríen
palabras que
bailan en el viento del poema
una paz
amorosa que me doy a mí misma
una persona tranquila
y que me hace reír que me tiene una santa paciencia
tengo un
cuerpo que me dice lo que necesita (mañanas y agua mineral y estirarse)
tengo: ganas
de estudiar canciones sin palabras y otras obras para piano
tengo el
placer de leer –no puedo leer sin él, si no largo el libro -
tengo
algunas personas que me quieren
tengo unas
manos que masajean bastante bien
tengo la
libertad de ser yo entonces
¿por qué
esforzarme para que otros me acepten?
¿por qué
ponerme mal por un llamado telefónico de alguien resentido que sutilmente se la
agarra conmigo?
¿por qué esperar
que alguien que tiene ese dolor adentro, tapado con capas de soberbio desdén
por el mundo, me trate con la suavidad de un ser querido?
¿por qué no
mejor amarlo yo y soltar ese raspón que me dio su llamado?
¿por qué no
dejar de preferir que no haya llamado y mejor decirme: soy capaz de quererlo
así y de sentir por debajo de todo eso el cariño que esa persona siente por mí aunque
no se dé cuenta ni lo exprese en este instante?
¿y cuál es mi
propio cariño hacia mí, más allá del Zeitgeist del que nunca formé parte?
¿por qué no
comprender mi desconcierto y mi espanto?
¿por qué no
acariciarme y permitirme lo que hay de mí para ser, para dar y no esperar que
alguien más me comprenda?