lunes, 11 de junio de 2012

Un fragmento de "Capricho"



A veces me viene un soplo de felicidad y enseguida estoy llena de este pensamiento físico: que la belleza está en todas partes, late suavemente sin que le importe si es vista o no, es un movimiento continuo, un espacio aéreo suelto entre las fases del mundo. Incluso en lo que parece triste se esconde un fantasma muy leve de alegría que podríamos descubrir si no estuviéramos ensimismados, y ese aire nos daría la respiración necesaria para no apegarnos a la incomodidad del dolor, solamente lo respiraríamos como otro poco más de aire que es necesario que nos atraviese. Y dejaríamos, entonces, que nos sorprenda el incesante movimiento de todo lo que hay, sin aferrarnos a nada, ni a un anhelo, ni a alguien, ni a la idea de la insatisfacción.

2 comentarios:

Claudette dijo...

Estimada señora Bejerman,

Primeramente, no sabía dónde contactarla, así que me atreví por este medio. Mil disculpas.

Mi nombre es Claudia del Castillo y trabajo para la sección Cultura del Clarín.

Estoy haciendo investigación para una nota sobre escritores latinoamericanos. La hipótesis de la que parto es esta:

Carlos Fuentes dijo que los escritores latinoamericanos se habían quitado de encima la presión por hablar de lo histórico y ahora escribían más acerca de temas íntimos, de la ciudad y de su contemporaneidad. ¿Qué tan cierto es esto en la literatura argentina?

El tema lo uniré a la nueva literatura colombiana, y mis editoras me pidieron que escribiera sobre lo que conozco, asi que escogí la colombiana porque soy de Bogotá.

Espero sus comentarios.

Cordialmente,


Claudia del Castillo
cdelcastillo@clarin.com

Claudette dijo...

Estimada señora Bejerman,

Primeramente, no sabía dónde contactarla, así que me atreví por este medio. Mil disculpas.

Mi nombre es Claudia del Castillo y trabajo para la sección Cultura del Clarín.

Estoy haciendo investigación para una nota sobre escritores latinoamericanos. La hipótesis de la que parto es esta:

Carlos Fuentes dijo que los escritores latinoamericanos se habían quitado de encima la presión por hablar de lo histórico y ahora escribían más acerca de temas íntimos, de la ciudad y de su contemporaneidad. ¿Qué tan cierto es esto en la literatura argentina?

El tema lo uniré a la nueva literatura colombiana, y mis editoras me pidieron que escribiera sobre lo que conozco, asi que escogí la colombiana porque soy de Bogotá.

Espero sus comentarios.

Cordialmente,


Claudia del Castillo
cdelcastillo@clarin.com